Para fortalecer el crecimiento de plantas y reponer la pérdida de minerales y nutrientes durante el invierno, es importante realizar una adecuada fertilización a principios de la primavera, aplicando abonos y fertilizantes de acuerdo a cada necesidad.
- Lo primero que debes tener en cuenta al momento de elegir fertilizantes para tus plantas, flores, frutos y suelos, es que cada fertilizante tiene macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) y micronutrientes (zinc, magnesio, hierro). Todos ellos son necesarios porque cada uno le aporta nutrientes a las plantas: El nitrógeno ayuda al crecimiento del follaje, el fósforo fortalece las raíces, y el potasio mejora la calidad y cantidad de flores o frutos.
En el caso de los macronutrientes, debes saber que estos productos traen distintas dosificaciones de nitrógeno, fósforo y potasio, que los hacen adecuados para distintos usos. En cada envase, puedes encontrar los porcentajes de estos elementos que se encuentran simbolizados con la sigla “NPK”.
- Antes de aplicar los fertilizantes, recuerda limpiar la tierra de restos de hojas, pétalos o flores marchitas. De esta manera, podrás evitar que aparezcan hongos en la superficie y permitirás la circulación de oxígeno al suelo.
Es aconsejable fertilizar los árboles y arbustos a mediados de septiembre, estos se encuentran en formato granulado para que al momento del riego, logren una mejor aplicación de los nutrientes.
La primavera también es considerada una buena época del año para fertilizar limoneros y naranjos, con productos elaborados especialmente para cítricos.
- En Química Mavar ofrecemos una completa línea de fertilizantes granulares y solubles. Los gránulos se pueden aplicar desde septiembre hasta enero, para que su nutrición dure todo el verano, mientras que los líquidos se recomiendan para plantas delicadas y se deben aplicar a fines de la primavera, porque tienen una rápida, pero corta acción.
A continuación presentaremos algunos ejemplos de productos que puedan servir para la fertilización en primavera: