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El nitrógeno (N) es un elemento esencial en la agricultura, ya que junto al fósforo (P) y el potasio (K) constituyen los tres macronutrientes (NPK) más importantes en la nutrición vegetal.
Este elemento es uno de los más comunes en el planeta, sin embargo las cantidades disponibles en el suelo no son suficientes para suplir las necesidades de las plantas cultivadas, por lo que se deben aplicar abonos o fertilizantes ricos en nitrógeno. Además, ante la creciente demanda mundial de alimentos en las últimas décadas, se ha producido un incremento significativo del uso de los fertilizantes nitrogenados.
Para conseguir un uso eficiente de los fertilizantes nitrogenados, debemos saber detectar cuando una planta se encuentra con una deficiencia nutricional de nitrógeno. Una de las señales más claras se manifiesta en sus hojas, estas cambian de color a un verde pálido o amarillo en casos más extremos, llegando incluso a registrarse la pérdida o caída de las hojas. A su vez, siempre es recomendable asesorarse por expertos en la utilización y aplicación de este tipo de fertilizantes, ya que un consumo excesivo podría generar efectos perjudiciales.
La cantidad y el momento de aplicación correctos de la fertilización nitrogenada es fundamental para garantizar la producción y calidad de los cultivos de manera sostenible.
Existen principalmente dos formas de absorción del nitrógeno, en forma nítrica como anión (ion nitrato N03-) o en forma amónica como catión (ion amonio NH4+). Según estudios recientes, la mayoría de las plantas crecen mejor si tienen acceso a las dos formas, estando ambas formas presentes, la preferencia de una u otra, dependerá de distintos aspectos como la especie, el desarrollo de la planta, su estado fisiológico y propiedades del suelo, entre otras.
Según estudios, la concentración óptima del nitrógeno en el riego para cultivos tradicionales en campo abierto es de entre 7 y 7.15 mmol L-1. Mientras que el valor óptimo de nitrógeno en suelo de invernadero, arrojó valores entre 3.5 y 7 mmol L-1, medidos en la proporción 1:2 (volumen suelo : agua). (Sonneveld y Van den Ende, 1971).
A continuación, podrás conocer los fertilizantes nitrogenados que ofrecemos en Química Mavar:
